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Eso de retadora me gusta y me excita.
Te digo yo como seguiría?.....
Me voy a tomar la libertad de hacerlo.
Después de que tu esperma este por mi cara, cuello y pecho me acercaré a tu boca para besarte. Para que pruebes tu sabor en mis labios.
Nos quedamos exhaustos y sudorosos mientras con mimo me limpiabas por todos lados.
Nos pasamos a la parte delantera y comenzamos a charlar.
Comentábamos todo lo que había pasado en el coche y mientras tus manos acariciaba mis labios, mi boca. Tu miraba me pedía caricias y yo estaba deseando dártelas. Mis manos jugaba con tu pecho, tus pezones estaban duros y me encanta morderlos suavemente. Los chupaba y los apretaba mientras veía como disfrutabas. Veía como Javier se ponía de nuevo dura bajo tu pantalón y yo estaba loca por cometer los testículo, así que mi boca bajo por tu pecho hasta tu entre pierna. Desabroche el pantalón y cremallera y ahí estaba mirándome grande y mojada.
Mis manos y lengua jugaba sin parar,chupe y mordí por todos lados sin olvidar tus testículo. Mientras tu empujaba mi cabeza para hacérmela tragar entera. Notando en mi garganta toda ella.
Estabas tan excitado que me hiciste salir del coche y apoyarme sobre el capo del coche. Sin muchos preámbulos te agachaate y me comiste mi culo. Tu lengua mojada lo acariciaba y me metiste un dedo mientras yo te pedía que me follaraa el culo, que tu putita estaba dispuesta para ti y deseaba tu leche. "FOLLAME CIELO, FOLLAME FUERTE "
What do you thin
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Habitacion de hotel
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Publicado en:14 Octubre 2014 1:07 am
Última actualización en:14 Abril 2016 8:50 am 14902 vistas
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* HABITACION DE HOTEL
Llamaste por teléfono a recepción pidiendo te subieran una toalla de baño por que la tuya estaba mojada por tu anterior ducha, pero ahora después de venir de correr, tenias la necesidad de ducharte de nuevo, tenias toda la camiseta pegada y sudabas por todos los poros de tu piel.
Cuando nos dijeron que teníamos que llevar una toalla a esa habitación, yo me ofrecí voluntaria, te había visto en otra ocasión y me gusto como me mirabas, como mirabas mi escote donde se me marcaban mis pechos.
Así que cogí la toalla y me fui a tu habitación con la esperanza de volverte a ver. Pegue en la puerta varias veces y viendo que no había nadie decidí entrar y colocar la toalla en la ducha.
Al abrir la puerta del baño me quedé parada, helada, lo que vi fue a un hombre de espaldas a mí y enjabonándose todo el cuerpo, quise salir pero algo me impidió moverme, era la excitación de verte desnudo, de ver tu culo y sobre todo de ver tu sonrisa cuando te volviste.
Empecé a disculparme por haber abierto la puerta pero seguía sin moverme. Viendo tu sonrisa y tu excitación cuando te volviste, me animó a quitarme el uniforme y meterme en la ducha contigo.
El agua estaba caliente y en segundos me moje entera, tú me besabas con pasión, me mordías el cuello, y me decías cosas que ni siquiera comprendía pero me daba igual, era tal mi excitación que no me di cuenta de que me quitaste el sujetador y empezaste a morder mis pezones, a masajear mis pechos a pasarle tu lengua por cada uno de ellos y mientras tu deseo y el mío iba creciendo.
Luego quisiste que me pusiese de rodillas delante de ti para que te comiera, para que no dejara ni un milímetro de tu sexo sin lamer, sin morder, sin pasarle mi lengua mientras el agua me caía por mi cara y mi espalda.
No paraste de metérmela en mi boca, con tus manos apretabas mi cabeza hacia tu sexo y me tirabas del pelo, eso me excito mucho y todavía te lo comía con más ganas, tanto fue así que enseguida eyaculaste en mi boca, una leche caliente y espesa que se fue confundiendo con el agua que me seguía cayendo por la cara.
Después de esto te enjabone entero, teniendo mucho cuidado en tu pene, estaba muy sensible y de nuevo tuviste otra erección, pero esta vez no la toque, tan solo con el jabón fui enjabonando tus testículos y tu culo.
Ahora fuiste tú quien me quito el tanga y me enjabono. Recorriste mi cuerpo con el jabón y la esponja, haciendo hincapié en mi sexo todo húmedo y lleno de flujo, y mi culo y tu me apretabas contra ti,
Salimos de la ducha y sin siquiera secarnos nos fuimos a la cama donde me acariciaste por completo besaste mis pechos, mis pezones, los mordiste jugaste con ellos y mi boca jugaba con la tuya, con tus labios con tu lengua...
Poco a poco fuiste bajando a mi sexo que estaba depilado y tan solo tenía una pequeña línea de vello. Seguías acariciándome las piernas, la parte interna de mis muslos para poco a poco abrir mis piernas e introducir tu cabeza en mi sexo y con tu
lengua penetrarme con dulzura, con ansiedad. Me chupabas, me mordías y yo me retorcía de placer y tuve mi primer orgasmo contigo.
Estando en la cama los dos, pegaron a la puerta y yo sorprendida por quien fuera me tape con las sabanas.
Era una compañera buscándome, sabía que había venido a tu habitación y preguntaba por mí. Tu sorprendido dijiste que ya me había ido y ella se fue. Yo quise vestirme e irme después de esto, pero me retuviste con tu cuerpo.
De nuevo en tu cama y los dos de nuevo excitados se acabaron las contemplaciones y que lo ocurrió fue sexo con mayúsculas. Me pusiste a cuatro patas y desde atrás sin miramientos me metiste tu polla en mi coño y mientras me tocabas las tetas, el clítoris y me comías la boca, que no paraba de pedir que me la metieras hasta el fondo, y me dieras fuerte,
Cuando terminaste de follarme así, te corriste en mis nalgas y tu leche corría por mi culo y mi coño y yo con mis dedos me restregaba tu leche en mi coño.
Me vestí como pude y salí corriendo a ver quién me buscaba en el trabajo.
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Servicios públicos
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Publicado en:12 Abril 2014 4:27 am
Última actualización en:17 Noviembre 2016 3:21 pm 13387 vistas
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Jueves 3 de Abril 2014
Un día conocí a un chico con el que había quedado. Nos llamamos por teléfono para saber que estábamos en el sitio de la cita y me propuso un juego. Debería de entrar en un supermercado e ir mirando algunos artículos y él se acercaría a mi. Me gustó la idea y entré decidida a conocer a este chico.
Estaba mirando unos artículos de perfumería cuando se acerco desde atrás, parece que se corto un poco y viendo que no se decidida decidí girarme yo, Nos presentamos y después de una breve charla nos fuimos al coche para salir a tomar un café. Pero comenzamos a charlar y charlar y al final toda la conversación fue en el parking del super. En esta ocasión si que me gustó el chico. Me gustaba como me miraba, sus nervios ante mi presencia y sobre todo su ropa con estilo.
Después de mucho charlar decidí ir al baño y él me acompañó. Pensè que se quedaría en la puerta o al menos esa era mi intención, ya que yo lo único que tenia en mente era hacer pis. Pero me invitó a pasar con él al baño de minusválidos y yo entre bromas y risas me resistía un poco, imaginaba lo que sucedería y lo quería evitar. Pero de poco me sirvió mis intenciones cuando mi cuerpo y mis manos hablaban por mi.
Jamás antes lo había hecho, ni con mi marido ni con nadie. Había fantaseado con la idea, pero siempre me cortaba que alguien se diera cuenta o nos escuchara. Pero en esta ocasión mi sentido común quedo anulado por mi deseo.
Me dio la mano y entramos juntos al baño. Se bajo su pantalón y su boxes, estaba excitado y en mis manos aun se hizo mas grande. La acaricie brevemente y me la metí en la boca, mis labios se llenaron de el y mis manos acariciaban por todos lados, desde sus cachetes hasta sus testículos. El se dejo hacer, disfrutaba apoyado en el lavabo y yo agachada delante de él.
Me puse de pie y comencé a acariciar sus pezones, quería morderlos, sentirlos entre mis dientes mientras su mano se cole por mis vaqueros llegando hasta mi humedad. Jugó un poco con mis labios vaginales mientras yo permanecía un poco inclinada pero me giró y me puso de cara a la pared y yo me apoyé en ella. Baje mis pantalones hasta mis rodillas y deje mi culo a su disposición. Me rozo con su polla mi clítoris y al estar los dos muy mojados resbalaba queriéndose meter. Yo así no quería y le pedí el condón y así de esa forma follamos. Yo de espaldas a él y mis manos en la pared y gozando uno del otro.
Se corrió muy rápidamente. Estaba muy excitado y se suponía que tenia que haber bajado su excitación, pero seguía igual, así que lo aprovechamos follándome de nuevo. Y en esta ocasión si se quedo relajado. Fue algo rápido, muy rápido pero el se corrió dos veces en menos de diez minutos. Yo estaba muy excitada pero no me dio tiempo de mucho mas.
Si eché de menos sus besos y sus caricias, pero imagino que en la próxima los tendré. Me gusta que me besen y muerdan mi cuello y mis pezones. Pero él sabe que me debe un rato de mucho placer y sobre todo de tiempo para saborearnos mutuamente.
He de reconocer que fue muy morboso y excitante, y sobre todo a la salida del baño que vimos como alguna empleada nos miraba.
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Cita en el cortijo
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Publicado en:5 Enero 2014 6:22 am
Última actualización en:10 Marzo 2021 10:43 am 11364 vistas
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Me mandaste un mensaje pidiéndonos una cita. Estabas por esta zona por trabajo y te apetecía salir de la rutina diaria.
Vi tu perfil y me gustaste, así que nos dimos los móviles y empezamos a whapsear durante unos días y decido venir a tomar un café un domingo. Creo que nos gustamos desde el principio y decidimos quedar en otra ocasión para conocernos de forma especial y los mensajes volvieron a ser frecuentes durante meses ante la imposibilidad de coincidir en las fechas.
Por fin pudo ser un sábado previo a las fiestas de Navidad. Nosotros decidimos ir a su ciudad, nos apetecía pasar una noche fuera de casa. Te dijimos que iríamos el sábado para cenar y luego ir tomar una copa.
Llegamos a la dirección y ahí estabas, todo vestido de negro, camiseta, pantalón y cazadora. Estabas muy guapo y así te lo dije.
Primero fuimos a tomar una copa a un pub y todo trascurrió bien, sin demasiado que contar. Tan solo algún que otro pikito y poco mas. Eso sí, las miradas entre tu y yo eran de deseo, y la mirada del marido complaciente. Luego fuimos a tapear y seguiste portándote muy bien, tan solo de vez en cuando me acariciabas la pierna. Durante todo este tiempo mi vagina empezó a producir flujos que pronto se reflejaron en mis braguitas.
Volvimos a ir al mismo pub de antes y la situación fue parecida, pero los besos fueron mas intensos y tus caricias y las mías se perdían bajo mi vestido y tu pantalón. Tu también estaba excitado y por supuesto mi marido, el cual no se perdía nada de lo que pasaba en aquella barra de bar. Alrededor de nosotros había gente, entre ellos un grupo de mujeres jóvenes que disimuladamente charlaban y nos miraban. Tu mano bajaba por mi cuerpo hasta mi entrepierna y subías un poco mi vestido para acariciarme, querías comprobar si estaba mojada y yo le dejaba hacer, besándote y acariciando también por tu pantalón.
Decidimos ir a un club liberal del que nos habían hablado. En el coche las caricias de los dos fueron mas insistentes y mis braguitas no estaban mojadas, estaban empapadas.
El local es un cortijo que han trasformado en hotel swinger y el club es impresionante de grande y con muy buen gusto en su decoración. La discoteca es amplia y los cuartos son grandes y con sabanas, toallas y condones. Empezamos tomando una copa en la zona de discoteca y los besos y toqueteos se fueron intensificando. Me comías la boca de una manera brutal y eso me excitaba aun más, mi marido se unió a nosotros besándome y acariciándome. Había momentos que no sabia a quien besaba y mucho menos quien era el que jugaba en mi coñito o mis tetas. Y en todo momento notábamos las miradas curiosas y a la vez deseosas de las demás parejas que había en la pista de baile.
Estábamos los tres muy calientes, yo te tocaba y también al marido vuestra entrepierna y os notaba que estabais deseosos de que me arrodillara y os la comiera. Pero no era el lugar, así que decidimos marcharnos a una de esas habitaciones donde la tenue luz sugería momentos de lujuria
Realmente no se como empezamos allí, creo que estaba la cosa tan caliente que nos desnudamos los tres con prisas y caricias hacia los demás. Yo por todo lo acontencido durante la noche en el pub, tenia mis braguitas húmedas y prescindí de ellas rápidamente para que me lo comieras el coño. Así lo hiciste y tu lengua jugaba con mis pliegues, mis labios y la entrada a mi vagina, tu lengua hacia maravillas. Mis gemidos al principio suaves se fueron intensificando conforme me tocabas. Tus manos acariciaban mis pezones y tu boca devoraba mi entrepierna como si fuera un rico manjar.
Mientras tu me lo comías yo poco a poco iba abriendo tu cinturón, primero un botón, luego otro y otro mas, mis dedos temblorosos por la excitación eran torpe en tus vaqueros. Conseguí apartar los pantalones y con ello el bóxer que llevabas, dejando ante mi tu polla mas bien normalita, nada del otro mundo.( Nada que me hiciera pensar la noche tan fantástica que pasaría). Te acaricié con mis manos, que la había llenado de mi saliva para que el tacto fuera mas agradable. No pude esperar mucho y mis labios tenían ganas de saborearte, de notar como poco a poco me llenabas mi boca. Estuvimos así largo tiempo los dos, mientras mi marido nos miraba complaciente con la escena.
De pronto metites tus dedos en mi coño y empezastes a moverlos como solo sabe hacerlo un hombre experimentado en encontrar el punto G femenino. Bastó jugar unos minutos para que de mi coño comenzaran a salir mis flujos como si de un grifo fuera. Mis gemidos eran escandalosos y me tapaban la boca el marido con su polla que me obligaban a chupar a golpe de embestidas. Conté las primeras corridas mías, pero llegó un momento que deje de contarlas, casi eran una detrás de otras y las sabanas y cojines que teníamos en la cama estaban tan mojados como mi coño y tu mano.
No me dejasteis descansar mucho, en cuanto podía cogía tu polla y me la metía en mi boca, quería devolverte el placer que tus dedos me estaban proporcionando a mi. Te chupaba lo mejor que podía o sabia. No sabia si lo hacia bien o no, estaba acostumbrada a la del marido que es mucho mas gorda y no quería hacerte daño. Tu insistías que no, que te gustaba y que te la mamaba muy bien, que estabas disfrutando mucho y eso me animaba a seguir en mi empeño de que disfrutaras. De vez en cuando la sacabas de mi boca, imagino que estabas muy excitado y no querías correrte aun.
Todo esto se prolongo durante mucho rato, tu no parabas de hacer que me corriera una y otra vez, y en la gran mayoría de las veces era mojando todo, desde tu polla hasta las sabanas. El chop-chop que se producía en cada pollazo tuyo, hacia que me excitara continuamente y no deseaba que terminaras nunca.
Estuvimos un ratito reponiendo fuerzas y tomando algún refresco, pero pronto nos metimos en otra habitación y volvió a ocurrir lo mismo. Hubo a lo largo de la noche un momento donde me metías unas embestidas brutales, parecía que tu polla saldría por mi garganta, pero eran maravillosas y de mi garganta solo salían gemidos de placer.
Quisimos refrescarnos un poco y nos marchamos al jacuzzy, el agua estaba demasiado caliente y en vez de quitarnos la calor, fue al revés, nos liamos en el agua, follandome mientras veíamos en el jacuzzy de al lado a otro trio jugando. Eran dos chicos y una chica, a ella se la follaban a cuatro patas, mientras se comía la polla del otro. Algo sumamente excitante. Ellos nos miraban a nosotros y nosotros a ellos.
Al rato nos salimos y duchamos para comenzar de nuevo a jugar en otro habitación. Esta era abierta. La cama enorme y jugamos muchísimo tiempo. Mis jadeos creo que se escuchaban en todo el local y me tapaba la boca con mis manos o con la polla de alguno de los dos.
Estuvimos así mucho tiempo, desde mas de las doce de la noche hasta las seis de la mañana que decidimos marcharnos a casa, agotados y escocidos de tanto follar. Pero no contentos con eso, nos metimos los tres en la cama, tu desnudo, yo con un camisón en rojo de raso corto y claro, no podía ser de otra menara, volvimos a jugar con toqueteos y morreos. Pero en este caso fue el marido el que jugo mas fuerte y se corrió prontísimo. No lo había hecho durante toda la noche y estaba deseoso de hacerlo.
Un par de horas dormimos y en cuanto me asee un poco volvimos a follar tu y yo. Menudo aguante tienes, nunca nadie me había follado durante tanto tiempo. Una delicia de hombre.
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Amigos para todo.
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Publicado en:1 Septiembre 2013 12:30 pm
Última actualización en:10 Octubre 2015 3:44 pm 11044 vistas
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1 de Septiembre de 2013
Esta es mi fantasía mas difícil de llevarla a cabo. Creo que resulta un poco difícil poderla realizar, mas que nada por que mi marido no estaría dispuesto a ello.
Toda fantasía tiene su principio, y esta comenzó hace mucho años, cuando a lo máximo que llegaba en mis juegos era a calentarnos por el msn y a usar el móvil para no tener que estar tecleando, que en plena excitación no es muy recomendable.
Conocí a un chico de León, nunca nos vimos por cam, pero me gustaba como se expresaba, así que nos dimos los números de móvil y nos íbamos calentando sobre todo por las noches cuando todos estaban dormidos en casa y el aun se encontraba en la oficina.
Una noche en medio de la excitación empezó a decirme cosas un poco mas fuertes y entre ellas me relato como le gustaría que fuera nuestra cita en real, obviamente los dos sabíamos que seria imposible, pero no por ello se deja de fantasear.
Quedamos en un hotel, y subieriamos a la habitación enseguida, para que esperar mas. No esperamos mucho y encuanto cerramosos la puerta me cogistes y me atraiste hacia ti. Comenzaste a tocar mis tetas e ibas metiendo tus manos debajo de mi blusa, notando como mis pezones respondían a sus caricias y a sus besos. Mi cuello estaba a tu alcance, me los mordía suavemente y yo lo besaba con ansias. Mis manos también querían explorar lo que tenia detrás de mi y lo que note fue tu fuerte excitación acompañada de pequeños gemidos que salían de tu boca.
llegamos a la cama como pudimos , era grande, enorme, y poco a poco las prendas de ropa dejaron paso a la piel suave y caliente de los dos. Te pusiste encima de mi y jugamos un poco sin penetración, tan solo rozándonos, besándonos y acariciándonos. Estamos muy excitados y mis gemidos se mezclaron con los suyos.
Quise empezar yo y te deje en la cama tumbado mientras yo me puse de rodillas a jugar entre entre tus piernas. Estas muy excitado y empieza a salir gotitas blancas que tanto me gustan coger con mi lengua, saborearlas. Me encontraba así, cuando de pronto se abrió la puerta de la habitación, sin previo aviso se coló alguien en ella. Yo no puede girarme, tu no me dejaba que lo hiciera, tan solo se que tu lenguaje cambio totalmente y paso de ser dulce y considerado a ser vulgar y soez. Me gusto el cambio de lenguaje, pero no pude concentrarme mucho en el, tan solo podía pensar que qué ocurría allí. (Yo a cuatro patas comiéndotela y que alguien entre en la habitación es algo muy fuerte y mas si tu compañero no deja que te gires a ver quien es.) Pudiendose desde un empleado del hotel hasta mi propio marido, no se, hay muchas variantes y en alguna ocasión pienso que es u n chica y en otras que es un desconocido super guapo.
La cuestión es que empiezas a decirme que siga comiéndotela y con tus manos me aprisionas para que no me gire a ver el intruso. Me dices que sigas y que ha venido un amigo tuyo a follarme. Yo te miro con una mezcla de deseo y de curiosidad y tu tan solo me dices que el es muy timido y no quieren que lo vea.
Tu amigo se aproxima a la cama, se ha quitado los pantalones y se confunde con nuestras ropas por el suelo. Sin previo aviso me la mete de un golpe mientras yo me resisto un poco, ha sido muy bestia y no me lo esperaba. Tu mientras le animas y le vas diciendo que me de fuerte, " fóllatela bien, fóllate a esta zorra" "mira lo caliente que te la he dejado" "fóllale el coño que esta chorreando". Todas estas palabras hacen que me excite aun mas y que siga intentando girarme continuamente y tu me respondes azotándome mi culo y diciendo que siga chupándotela.
Mientras tu amigo no para de follarme, me preguntas si me gusta, si me folla bien tu amigo. Yo como puedo contesto que si. Él también de vez en cuando me azota en mi culo y me regala caricias. Yo intento imaginarme como es y pienso a veces que es un amigo mío de los que ya conozco y en otras ocasiones pienso en alguien que he visto en el hotel o en algún lugar que me ha parecido atractivo.
Todo sigue así por un rato, hasta que coges un pañuelo y me lo pones en mis ojos, quieres evitar que pueda verlo.
Ahora es al revés, tu amigo de pie delante de mi y con su polla en mi boca y tu desde atrás follándome sin parar. Tu sigues hablando , diciéndome que me mueva, que tu polla me va a dar un regalo si me porto bien y yo entre gemidos y con la boca llena intento decirte que sigas que me folles mas fuerte.
Tu decides que estoy muy excitada y que necesito mas, así que te retiras y con suavidad la pones en mi culo. La dejas ahí unos segundos, notando como mi deseo crece mas y mas. Poco a poco vas metiéndola ,mientras mis músculos se van abriendo para ti. Tu comienzas a jadear continuamente y ahora es tu amigo quien habla por ti. Él es el que me llama ahora de todas las maneras impensables y fuertes, pero me excita. Luego os vais alternando mientras yo intento adivinar que polla es la que me folla y cual es la que tengo en mi boca, el pañuelo no me deja ver nada y tan solo mi olfato y mi paladar hacen diferencias.
Os corréis indistintamente uno en mi culo y el otro en mi boca y luego os marcháis de allí juntos dándome las gracias y diciendo lo bien que lo habéis pasado, mientras yo me quedo unos minutos tumbada en la cama con mis piernas cerradas y mis ojos vendados. Poco a poco recobro el aliento y me despojo del pañuelo y tan solo veo a mi alrededor una amplia cama con las sabanas mojadas y revuelta, produciéndome todo ello un gran placer.
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Los chats
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Publicado en:10 Julio 2013 2:41 pm
Última actualización en:3 Septiembre 2015 3:01 pm 10897 vistas
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Enero 2013
Los chats, ¿Quién no se ha metido en un chat para saber cómo funciona, para saber lo que se cuece allí dentro? Pues yo lo hice, fue un chat normal, de amistad, pero donde el sexo estaba como quien dice implícito.
Después de un tiempo en él, ya tenía amigos con los que charlaba y las conversaciones iban derivando hacia el sexo, pero de una manera muy sutil, no a saco. También contactabas con otros Nick donde solo era conversar sin más.
Ahí conocí a Julián, era y es un chico muy tímido, pero como la gran mayoría, nos respaldamos detrás de una pantalla, y fantaseamos como nos gustaría ser y decimos una sarta de mentiras para impresionar a la otra persona.
Julián me dijo un montón de mentiras, creo que tan solo dijo la verdad cuando me dijo su nombre, y aun así, lo cuestione varias veces que fuera ese el suyo. Empezamos a charlar asiduamente. Debo decir que esperaba sus mensajes, y cuando entraba en el chat me producía esa sensación que te recorre el cuerpo mezcla de deseo y de miedo a lo prohibido. En esa época mi marido tan solo sabía que chateaba, no le importaba mucho, pero no sabía que de vez en cuando me masturbaba con algún amigo, aunque poco a poco fue conociendo de mis andanzas nocturnas.
Tenía a varios amigos, pero los más importantes han sido y siguen siendo (porque sigo con mis prácticas, pero menos a menudo) Dani, un chico de Cataluña, Guille de Granada y Julián de Córdoba. Cada uno a su manera me aporta unas sensaciones. Todas ellas a través del MSN o del teléfono. Con ellos conocí lo que es el ciber sexo y el telefonoerotico. La sensación que te produce el teléfono es increíble. Escuchar a la otra persona como respira, suspira, las pausas que hace al hablar y lo más importante su voz, esa voz que hablándote al oído y susurrando hace que tuvieras varios orgasmos.
Pues me centrare en Julián de Córdoba.
Hablábamos, sobre todo por teléfono, me dijo muchas cosas que hoy en día sé que son mentiras, pero ocurría que cuando estábamos en lo mejor, me colgaba el móvil y me quedaba a dos velas. Aun así, fueron muchas mañanas de deseo y satisfacción mutua.
Pero después de más de un año hablando, Julián desapareció. Me mandó un mensaje diciendo que cerraba el MSN y que no me volvería a llamar. Y yo no podía hacerlo porque siempre era él el que me llamaba, jamás supe su teléfono, pero no me importaba, él cumplía mis fantasías y me conformaba con ello.
Me molestó mucho que se marchara sin poderle contestar a su huida, pero poco a poco lo olvidé. Pasado año y medio recibí de correo de él, se presentaba de nuevo. Yo realmente no sabía a si era él o no. Pero contesté a su correo. En él me decía que quería seguir contando con mi amistad o con lo que habías tenido antes. Yo me hice un poco la dura pero lo acepte de nuevo. Tan solo le puse una condición, que en el momento que le cogiera con otra mentira lo dejaríamos. No me gustan las mentiras.
También le dije que yo había cambiado mucho, no era la misma que se conformaba con el ciber sexo y con el teléfono, ahora buscaba real, y las fantasías que muchas veces había tenia se habían vuelto realidad con la ayuda de mi marido. Los dos habíamos entrado poco a poco en el espiral de las parejas liberadas y aunque no somos muy dados a fiestas y clubs, si quedamos de vez en cuando con algún que otro amigo para hacer un trio.
Él lo aceptó y creo que en ese momento sabía que pronto nos conoceríamos en persona. Y así sucedió, un fin de decidió bajar a la costa y una tarde de sábado quedamos a tomar café. Cuando nos vimos nos conocimos desde el principio. Nos saludamos con dos besos en la mejilla y nos sentamos a conversar. La conversación era totalmente intranscendente, nada me hacía pensar que llegaríamos a más. Es tan tímido que casi ni me miraba a los ojos, bajaba mucho la cabeza al hablarme y cuando empezamos a hablar de temas de sexo, se movía en su asiento nervioso. Al rato me propuso dar un paseo. Acepté y nos fuimos con su coche a un paraje más solitario.
En el camino se atrevió a tocarme las piernas y mi nerviosismo se tradujo en risa tonta, pero no aparte su mano de ahí, al revés, fui abriendo mis piernas y cerrando mis ojos para disfrutar de ese gran momento. Porque cuando no hay nada más, esos pequeños roces y caricias son grandes sensaciones.
Paramos en un sitio discreto en el campo y nos abalanzamos uno en el otro. Los dos nos devorábamos a besos y caricias que poco a poco se fueron haciendo más y más intensas. Su mano llego a mi entre pierna y la encontró húmeda, jugosa, y sus dedos se deslizaban una y otra vez buscando mi clítoris y haciéndome jadear, mientras yo me iba pellizcándome mis pezones.
No esperamos mucho, se bajó la cremallera y los pantalones y me encontré con su polla dura y tiesa esperando por mí. Se puso rápidamente el condón y me penetro sin reparos. Mis gemidos y mis gritos le asustaron, pensó que me hacía daño, pero al ver mi cara de satisfacción no paraba de empujarme y de moverse a un ritmo acompasado. Después de un rato fallándome así, nos pasamos al sillón de atrás. Puse mis rodillas en el asiento y lo deje que me montara a cuatro patas, mientras yo saque la cabeza por la ventana para recibir un poco de aire que calmara nuestras calenturas, aun estando a pleno invierno la calor en su coche era muy fuerte. Eso de que gritara mientras me follaba le ponía muchísimo y yo no me contuve.
El coche era pequeño y muy incómodo, pero me subí encima de él y lo cabalgue un buen rato. Mi cabeza chocaba contra el techo y tenía que inclinarme hacía atrás, así que sus embestidas y las mías se tradujo en mi primer orgasmo con él. La sorpresa fue que mi corrida lo inundo todo, su polla, mi coño y el asiento del coche. Fue tremendo y yo un poco avergonzada por ese orgasmo tan escandaloso.
Después de esto nos vestimos y nos encaminamos al pueblo. En el camino aun hicimos una pequeña parada para comerle la polla y besarnos y al llegar nos despedimos y quedamos en vernos de nuevo.
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CITA A CIEGAS
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Publicado en:26 Marzo 2013 3:12 pm
Última actualización en:27 Abril 2018 10:12 am 11938 vistas
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CITA A CIEGAS Miercoles 16/01/2013
Todo empezó en Adults, una tarde de aburrimiento me volví a conectar al chat, no esperaba mucho, era mala hora y aunque yo no podía hacer nada en casa porque había familia , me gusta ver lo que hacen los demás. Así que estuve mirando un ratito y encontré un nombre que me llamo la atención, para colmo estaba emitiendo, así que decidir ver su cam. Que sorpresa me lleve, en vez de ver lo típico, un chico masturbandose, me encontré un chico guapísimo. Estaba visible para todos y el se mostraba tal como es, sin mascaras y sin tonterías. Es algo que me sorprende, como los hombres y mujeres ponen sus caras para todo el mundo?... pero debo de reconocer que esta vez fue muy gratificante encontrarse a alguien guapo.
Normalmente cuando veo la cam de algún chico, ellos suelen mandar un mensaje, pero esta vez, fui yo la que lo hice, no se, me gusto y quise saber mas de él. Imagino que le diría algo como "guapo" o algo parecido, no suelo ser muy borde o muy acosadora, no es mi estilo. El me respondió y comenzamos a charlar. Como siempre he dicho, se nota alguien con estudios, tanto en la escritura como en la forma de expresarse, así que yo debo de tener debilidad por estos chicos, pero me encantan como escriben jajajaj.
Estuvimos hablando un largo rato de cosas totalmente informales. De esta primera vez me entere de que tenia pareja, y le advertí de los peligros de mostrar su cara. Le di enseguida mi correo , deseando que pudiéramos hablar mas tranquilos en otro momento.
Hablamos bastante durante varios días, pero llego un punto donde decidimos vernos en persona y fantaseábamos con esa posibilidad. Le hable de mi fantasía mas reciente y a el le encantó y decidimos que cuando nos viéramos seria así, tal como la habíamos pensado entre los dos.
Decidimos quedar un miércoles para vernos en un hotel. Nunca habíamos oído la voz del otro y ese día tampoco.
Yo llegue primero al hotel y luego le tendría que mandar un mensaje diciéndole que estaba ya allí esperándole. Así lo hice y me dispuse a esperarlo. Me puse un conjunto en rojo y medias de liga, tacones altos y el pelo recogido. Esperé al rededor de media hora y me mando un mensaje diciéndome que estaba en la puerta, así que abrí la puerta y tal como entro sin hablarnos nos besamos. Sus besos eran dulces, agradables, su boca suave y sus dientes perfectos, aunque los dos en ese momento lo único que hacíamos era besarnos y tocarnos. Sus manos bajaron por mi cintura, me cogió el culo, me apretaba a él, yo notaba su excitación.
Poco a poco nos fuimos desnudando los dos, el empezó por abrir mi camisa y tocar mis tetas, mis pezones estaban duros de la excitación y a él le encantó tocarlos y saborearlos, pero yo no me quedaba atrás, yo también fui desnudándolo, el se quito la chaqueta que traía y el jersey y la camisa fue cosa mía. Hay una cosa que me excita mucho y es ver la ropa tirara por la habitación y la nuestra se quedo en la entrada, justo detrás de la puerta.
Yo pellizcaba sus pezones y pasaba mi lengua por su pecho, un pecho masculino, sin depilar, pero que me encendió aun más,( no me gusta los hombres que se depilan el pecho con cuchilla, suele picar un poco y al tacto no me resulta agradable). Y mis manos recorrían una y otra vez su cuerpo desde su cabeza a su entre pierna, donde allí estaba su polla deseando que la liberaran.
Hubo un momento en que me puso de cara a la pared con mis piernas abiertas y mis brazos en la pared, él se puso detrás de mi y restregaba todo su cuerpo por mi culo y yo no dejaba de jadear, estaba muy excitada y mi coño lo notaba húmedo y con ganas de que metiera sus dedos y lo explorara a fondo.
Decidimos de irnos a la cama, una cama inmensa, donde puedes dar vueltas y vueltas y no caerte, pero permanecimos muy juntos, el me tumbo en la cama y siguió besándome y tocándome. Sus dedos por fin fueron a mis piernas y a mi coño, que chorreaba mojando las braguitas. Cuando entraron se encontró con mis bolitas rojas que se movían con los músculos de mi vagina haciendo que produjera mas flujo. Bajo su cabeza a mi coño y las vio y le gusto mucho, las metía y las sacaba con sus dedos y me comía el clítoris mientras mis manos aguantaba su cabeza para que no dejara de comerme. Es un placer muy grande cuando te lo comen y a la vez juegan con tu vagina, metiendo los dedos o algún juguete y creo que me corrí una vez así. No fue un gran orgasmo, pero suficiente para retirar su cabeza y ser yo la que juegue con su polla que aun seguía en sus boxes.
Nos estuvimos restregando un rato los dos con la ropa interior, pero el quería piel con piel, así que me desnudo por completo, medias incluidas y el se despojó de la suya. Estuvo besándome por todos lados y sus manos no paraban quietos, desde pellizcarme los pezones hasta hacerme pequeñas caricias en mi sexo mojado, muy mojado.
Nos dimos la vuelta y fui yo la que quedo encima de él, y después de un poco de roce mi cuerpo bajo a su entre pierna donde me esperaba su polla, estaba lubricada y dura y mis labios quisieron probar su sabor, así que la metí poco a poco en mi boca, despacio sin prisas e iba escuchando sus pequeños gemidos de satisfacción que hacía que me esmerara aun mas en comérsela, en pasar mi lengua por toda ella y chuparla más y más. Me la metí por completo en mi boca, su glande toco mi garganta, pero la mantuve ahí, sus manos apretaban mis cabeza para satisfacerlo aún más. Luego fueron sus huevos los que le pase mi lengua, los chupaba y me los comía con deseo.
Llegó un momento que tuve que parar, se corría y aun no queríamos ninguno de los dos, así que me entretuve tocando sus pezones, que no me había dado cuenta antes, pero sus gemidos aumentaba cuando los pellizcaba o los mordía con mi dientes suavemente y mis ojos lo miraba con gran deseo al ver su cara de placer.
De nuevo sentía deseos de comérsela, de meterla en mi boca y volverlo a saborear, ese sabor entre salado y dulce y su olor, un olor penetrante a sexo y a deseo. Continué comiéndosela, mientras mis manos acariciaban sus huevos y notaba como se ponía aún mas dura, sabia que estaba a punto de correrse, aún así no me retiré mucho, la saque de mi boca pero mis manos fueron la que terminaron el trabajo con su leche y su polla restregando mis labios y mi barbilla. Su leche cayó por mi garganta y al encontrarme de lado me lleno también el pelo. No me importó, lo vi satisfecho, más relajado y ninguno de los dos nos movimos mucho mas. Tan solo un poco para poder charlar y mirarnos a los ojos.
Estuvimos un rato charlando de cosas intimas de las relaciones que ambos tenemos con nuestras parejas. Descansamos un ratito y poco a poco empezamos de nuevo a besarnos y a tocarnos. Lo hice que se tumbara en la cama boca a bajo, lo noté algo inquieto y quise que se relajara con un masaje. No tengo ni idea de masajes, pero siempre es agradable sentir unas manos acariciando tu espalda con un gel lubricante, donde mis manos se deslizaban desde sus hombros a su culo. Me encantó acariciar sus cachetes, y mis manos descendieron aun más hasta sus huevos, donde los masajee y su polla de nuevo respondía a mis caricias.
Estábamos ansiosos por follar, los dos queríamos sentirnos por completos y como su polla respondía muy bien a mis caricias y a mi lengua. Pronto estábamos follando. Me folló con una de las posturas que más me gusta, tumbada boca abajo y el follándome el coño desde atrás. Me monto y sentí su polla en mi coño, llenándomelo por completo y en varias ocasiones tuvo que parar, dejar de moverse y era yo la que empezaba de nuevo a moverme, a mover mi culo y contraer mi vagina, y de nuevo comenzó el a follarme, mis gemidos retumbaba en mis oídos y sus ansias me cubría por completo haciendo que me corriera de nuevo. Mis gemidos son muy fuertes, me gusta poder disfrutar sin pensar en si me escucharan o no, si me escuchan lo mismo se anima alguna pareja a follar y seguro que me lo agradecen ajjajaajja.
Después de correrme así, me volvió a dar la vuelta y yo quedé debajo de él. Su polla me follaba continuamente y sus manos y las mías nos acariciaban sin cesar. Pero me apetecía montarlo, hacerle una buena cabalgada y cuando me disponía a darnos la vuelta para poder hacerlo se corrió entre mis piernas, mantuvo su leche en su mano y descansamos un rato, uno junto al otro.
Después de esto terminamos, el se fue a la ducha, tenía una reunión y tenía aún que viajar. Mientras el se ducho, yo seguía jugando con mis bolitas que tenía abandonada encima de la cama. Pronto regresó, lo veía vestirse ,ponerse los pantalones, su camisa abrochando los botones que fueron tan fáciles de desabrochar por mi y recoger todas sus cosas.
Volvió a la cama a sentarse, mientras seguíamos conversando. Yo no me atrevía besarlo o acariciarlo. No quería impregnarlo de nuevo de mi. Así que se marcho con un beso timido en mis labios y con las ganas de volvernos a ver, tambien con la preocupación de que en casa se dieran cuenta de lo que había pasado esa tarde.
Yo me quedé en la habitación un rato más. Me dormí un poco y cuando me desperté me marche a la ducha, cogí su toalla con la que se había secado y la olí, quería seguir sintiéndolo a mi lado. Salí de la ducha, me vestí y miré por última vez la habitación donde por unas horas había sentido tanto placer y deseo.
Habíamos hecho realidad nuestra fantasía de follar con un desconocido y la verdad que fue muy gratificante, ese morbo que produce una cita casi a ciegas y sin saber lo que te puedes encontrar. Pero a nosotros esta fantasía nos salió muy bien, genial y muy satisfactoria.
Gracias Carlos.
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Mi primera fiesta liberal
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Publicado en:21 Enero 2013 1:23 pm
Última actualización en:26 Enero 2018 10:10 am 11090 vistas
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Siempre había tenido un concepto distinto de las fiestas liberales. No se por que pero pensaba que me encontraría con cosas que no me agradarían como por ejemplo drogas y un ambiente de desenfreno total.
Tenia mucho miedo a ellas, siempre se tiene miedo ante lo desconocido y aunque me habían hablado muy bien.
La noche antes casi no dormí de los nervios y por la mañana aun, tenía algunas dudas de si ir o no, pero pensé que si veía algo que no me gustara con marcharnos estaba todo solucionado, no perdíamos mucho.
Llegamos primero al apartamento que compartiríamos con una pareja de Granada. Nos estaban esperando y cuando los vimos pensamos que eran muy guapos y que seria inalcanzable para nosotros. Yo me sentí ridícula con mi ropa, así que decidí cambiarme, quitarme los vaqueros y ponerme una falda, medias y tacón alto. Vestida de esa manera me sentí mas segura, aunque ella era guapísima, rubia, ojos claros, un tipazo y una carita de muñeca, e iba vestida muy sexy con medias de liga y taconazos.
Decidimos ir en mi coche los cuatro, ya que ellos pensaban beber y yo no lo hago.
Llegamos a la fiesta después de una carretera no muy buena y lloviendo, pero la llegada fue un poco de corte. Casi no conocíamos a nadie y a los que conocíamos lo habíamos hecho la semana pasada en un pubs, suerte que contábamos con nuestro amigo Juan que es un fenómeno en esto de las charlas triviales y por supuesto estos nuevos amigos de Granada.
Comimos algo de paella y después se empezó a beber un poco de alcohol, vamos, los que quisieron, yo a base de refresco.
La cosa poco a poco se fue ambientando y pronto las chicas empezaron a bailar juntas, rozándose entre si y besándose. También vimos algunas parejas besándose y metiéndose mano en el salón.
Nosotros mirábamos, charlábamos con algunos amigos y estábamos expectantes a lo que pasaba.
Estábamos hablando con esta pareja de Granada que se llamaba María y José y de repente me vi sorprendida por el beso de José, me dio un buen morreo, que yo acepte encantada. Al momento se unió María. Sus labios fueron suaves y su sabor dulce, así que nos ambientamos y nos empezamos a tocaros un poco, sobre todo las tetas por encima de la ropa.
Al rato trajeron a una chica y la colocaron sobre la mesa, casi desnuda, solo llevaba un tanga. Empezaron a llenarla de nata y chocolate. Los chicos y chicas con la boca le iban quitando todo, y poco a poco la cosa se fue ambientando.
Mi marido tomando fotos de la chica y según el me contó luego, había ido a comerle un pezón.
José y yo nos subimos arriba, buscamos una habitación donde poder follar, pero estaba todo ocupado y nos encerramos en el baño, donde nos tocamos por todos lados y nos comimos mutuamente. El me hizo sentar sobre la taza del water y subir mis piernas, se arrodillo ante mi y con su lengua iba descubriendo mis pliegues, buscando mi clítoris y pasando la lengua lentamente por el, haciendo que de mi boca salieran pequeños gemidos de placer.
Luego me toco a mí arrodillarme ante él. Baje con prisas sus vaqueros y acaricie su polla. Estaba excitado y en mi boca aun se hizo mas grande. Estuve largo tiempo así, pero el no quería correrse aun, así que seguimos jugando un rato mas y luego nos bajamos a la fiesta.
La fiesta seguía igual, todos muy ambientados, mi marido me pregunto que tal y le dije que bien, y el mientras se había animado a besar a un par de chicas, entre ellas María
Luego José me llevo a un rincón para poder besarme. Nosotros ya en una pequeña alacena decidimos comernos uno al otro, creo que el empezó primero a comerme mi coño, que estaba rebosante de fluidos. Me notaba muy húmeda y mi tanga se pegaba a mi coño. El me lo llevo a un lado y estuvo un buen rato comiéndomelo, de vez en cuando subía su cabeza para besarme y tocarme las tetas, pero se llevo un largo tiempo con mi coño, metiendo su lengua, sus dedos y saboreándome.
Fue una tarde larga y sobre las ocho llego un amigo que habíamos quedado en conocernos en la fiesta. Me lo esperaba más hombre, aun así me gustó y después de tontear un buen rato comenzamos a besarnos y a meternos mano delante de todos. Imagino que nadie se dio cuenta de nada, porque cada uno va a lo suyo, tan solo se fijo mi marido que no me quitaba ojo de encima.
Este nuevo amigo me cogió de la mano y me llevo a arriba, encontramos una habitación vacía y empezamos a meternos mano mas abiertamente. Le comí su polla durante un rato mientras el me metía sus dedos en mi coño, que seguía mojado. Luego fue el que me comió el coño, yo en ese momento estaba deseando que me follase, notaba como la habitación se iba llenando de gente mirando, y aunque me incomodó un poco, pensé que si estaban allí era por que les gustaba lo que veían, así que me olvide un poco de eso y me puse a cuatro patas como me pidió el y deje que me follara mi coño. Me folló bien, me corrí tocándome mi clítoris y el también lo hizo. Nos vestimos o intente vestirme y resulta que el vestido no lo encontraba y me daba vergüenza estar en ropa interior paseándome por todos lados, no me sentía segura. Así que no pare hasta encontrarlo, pero de poco me valió, llegaron en ese momento José y María y me encerraron de nuevo en el baño, pero esta vez éramos tres y María no paraba de tocarme y besarme. Me arrinconaron los dos contra el espejo y mientras el me comía el coño, ella me sacaba las tetas y se rozaba continuamente. Le subí su vestido y me encontré un precioso coño, moje mi dedo en mi boca y luego lo lleve a su entrepierna. Jugué un buen rato y le metí primero un dedo y luego otro en su coño y ella gemía y nos besábamos, Yo no me quedaba atrás, entre mis piernas tenia a su marido dándome el mismo placer que yo le daba a su pareja.
La puerta del baño se abrió en varias ocasiones, eran chicos o chicas que querían pasar al baño, pero viendo la escena salían cerrando la puerta tras ellos. Pero esta vez fue mi marido quien se asomó y viéndome con ellos, quiso entrar. Pero él, que llego con mala cara y diciendo que me había buscado durante muchorato, esto nos corto el rollo y bajamos los cuatro.
Ya nos dedicamos a charlar un rato con una pareja de Málaga y con mi amigo mientras la pareja se perdía entre medios de la gente. Yo con la mirada seguía a José, quería seguir con él. Me gustaron sus besos y como usaba su boca en mi coño. Desde la distancia nos mirábamos y él me invitaba a subir de nuevo a las habitaciones, pero mi marido no me dejaba. Le pedí en varias ocasiones que me dejara, pero no, me dijo que si me iba con José, el también tendría que subir . Y asi lo hicimos, subimos los tres.
Pero al subir nos encontramos en una habitación a su mujer follando con una pareja y otro chico, asi que el se quedo con ellos mientras nosotros miramos unos minutos y luego nos bajamos. Estuvimos un rato charlando y poco a poco la gente empezó a desfilar para casa, y los que se quedaron se ponían el pijama, asi que nosotros esperamos que bajara la pareja de Granada para poder marcharnos al apartamento.
Después de un ratito la pareja bajo y ya decididlos irnos los cuatro de vuelta al apartamento. En el camino se comento un poco la fiesta pero poco mas, estábamos cansados, llevábamos unas doce horas de mucha excitación.
Llegamos y cada uno fue a sus cosas, yo me fui al baño y me duche y cuando me fui al salón estaban los tres, asi que me senté en un sillón, José y yo nos comíamos con la mirada, queríamos seguir , pero él no se atrevía a proponérmelo y yo lo estaba deseando. q Hable con mi marido y le dije que se acostara el , que me apetecía meterme de nuevo en la cama con José. Y lo cogi de la mano y me lo lleve a su habitación, lo sentía por su mujer, que se quedo unas horas en el sillón dormida, pero nosotros teníamos ganas de seguir explorándonos. Cuando llegamos al apartamento serian sobre las tres y cuando me fui a su dormitorio seria poco menos de las cuatro y estuvimos hasta las siete de la mañana entre caricias, folleteo y charlas. A esa hora decidimos que me iba a mi cama y el recogía a su mujer del sillón.
A la mañana siguiente desayunamos juntos y charlamos de trivialidades y al rato cada uno cogio su coche y nos despedimos con un beso, el Mio fue en los labios, pero los note huidizos, asi que no insistí ni comente nada, nos dijismo adiós y hasta otra vez ( si ambos queremos).
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Tan solo una hora
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Publicado en:17 Septiembre 2012 2:22 am
Última actualización en:15 Abril 2016 11:10 am 10617 vistas
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30 de Agosto del 2012
Tan solo una hora, sí solo eso ha bastado para volverme a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
La verdad que en otras circustancias no hubiese sido así despues de una cita con un amigo. Me hubiese parecido super poco y en realidad lo ha sido, pero en esa hora he conseguido por dos veces lo que llevaba años buscando y no había forma de poderlo sentir.
Siempre habia oido hablar de la eyaculación femenina. Sí, sabía que existía, pero a decir verdad, pense que era una excitación máxima de una mujer donde se relajaba su vejiga y por consiguiente orinaba. Pues menuda sorpresa me he llevado cuando no ha sido asi. Ha sido un orgasmo donde te inunda por completo y te dejas llevar del todo sintiendo como va saliendo de ti misma y dejas un charquito de algo que parece agua, pero seguro que no es orina.
Todo comenzo ayer tarde. Recibí una llamada muy esperada de mi amigo R. Es un chico estupendo. Cuarenta y pocos años y un tipazo de ensueño. No me gustan los hombres delgados y él no lo está. Está perfecto, no le falta de nada y tampoco le sobra. Encima es alto, muy alto y guapisimo. Unos labios donde te gusta perderte y unos dientes perfectos...
Me propuso vernos al otro dia a primera hora de la mañana, tempranito sobre las diez. Me pareció perfecto, pero aún así lo debia consultar con mi marido. No hago nada sin consultarselo primero a él.
Así que a las diez habiamos quedado en vernos en un chalet enorme, donde habia muchisimas flores, plantas y una piscina. Y lo mejor de todo, la casa estaba vacia.
Sobre las nueve y media me llamó, parecía impaciente, y ya estaba allí esperandome. Yo estaba ocupada metiendome unas bolitas chinas en forma de corazón que me habia comprado. Queria sorprenderle y sabía que eso le gustaría.
Nos vimos en el chalet y despues de saludarnos y ver un poco la casa empezamos a besarnos, y sobre todo a tocarnos. Madre mia, menudas manos tiene. Son de esas que lo cogen todo. Me dio la vuelta y me puso para que me apoyara sobre el respaldo de un sillón y empezó a meter su mano por mi entrepierna, siguiendo hasta mis tetas, todo entera, desde abajo hacia arriba por debajo de la ropa interior.
Yo ya estaba muy excitada mucho antes de llegar, pero en cada caricia aún me excitaba más. Se paró en mi coño y se dio cuenta de lo que tenía en su interior, asi que empezó a meter sus dedos con ellas dentro y a masturbarme. Fue facil conseguir que me corriera. La situación y el morbo hacen muchísimo en nuestas cabezas.
Siguió varias veces jugando con mi coño y con las bolas, las sacaba y las volvia a meter. Mientras mis manos no se quedaban quietas, y lo desnude o nos desnudamos, por que lo hicimos muy rapido los dos, queriamos sentirnos bien.
Estaba recien depilado y su polla deseaba mi boca. Así que puse mi lengua en su glande y lo rodee, notando en mi boca sus gotitas de excitación. Me la metí en la boca ansiosa por darle placer a él y darmelo a mi. Me gusta tenerla en la boca, me siento como una . Verlo disfutar, cerrar los ojos y oir esos pequeños gemidos hacen que aún me esmere más y ponga aún mas empeño en que disfrute.
Sus caricias en mi cuerpo y las mias en el suyo eran constantes. Pero descubrí algo que no me esperaba. Le excita azotarme y a mí aún me excitó más el recibir los azotes. Fue una gozada sentir su mano en mis nalgas, oir el sonido de ese azote. Como vió que me gustaba fueron muchos lo que me dió y mi culito se puso colorado y ardiendo. El empezó a decirme que se la siguiera chupando, que no parara, que no me habia dicho que parara, que se la tenia que seguir mamando. De vez en cuando la sacaba él de mi boca. Si seguía así se correria... y no queriamos eso aún.
Así que alterabamos las caricias, pero en esta ocasión me tumbó sobre el suelo, me puso una colchoneta del sillón e hizo que abriera mucho mis piernas. Me empezó a acariciar de nuevo, y metio uno y luego dos dedos. Siguió moviendo esos dedos en mi coño y no se que ocurrió pero de mi interior empezó a manar un liquido trasparente y caliente que llenó toda su mano y mojó la colchoneta. Yo estaba perpleja, lo que sentí, jamas lo habia sentido, fue algo alucinante pero me sentia avergonzada, pense que se me habia escapado el pipí. Pero no, no pudo ser eso, creo que a los hombres cuando estan muy excitados les resulta imposible orinar, y a las mujeres nos resulta igual, por lo tanto fue una eyaculación femenina en toda regla.
El se sorprendió tanto como yo. Según dijo, tampoco lo habia visto nunca. Así que para los dos fue algo nuevo e extraordinario.
Despues de mi orgasmo me dedique a él, a acariciar sus huevos, su polla y a metermela nuevamente en la boca para seguir chupasndola, abriendola al máximo para poderla meter enterita.
Despues me dió la vuelta en el suelo y me puso boca abajo, empezando a jugar con mi culito y metiendo un dedo ó dos en el mismo mientras yo me retorcia de placer. Tambien lo acompañaba con azotes y yo se la seguia mamando, pajeandolo con mi boca y mis manos.
Despues de eso volvió a mi coño donde de nuevo metio dos dedos, yo no esperaba poder repetir lo de antes, pero cual fue mi sorpresa que tras un buen meneo sucedió de nuevo. Senti como me explotaba todo e inundaba de nuevo sus manos y la colchoneta .
Este aún fue mas intenso y mis gemidos no sabia si eran de gusto o parecia llorar. Fue algo muy intenso.
Despues de esto nos fuimos a la piscina. El agua estaba estupenda aun siendo las once de la mañana o eran nuestros cuerpos que pedian a gritos un refrescón. Nos metimos y seguimos jugando en el agua. Me dió la vuelta y yo rodee su cuerpo con mis piernas para pegarme a él. Me aprisiono en un rincón y mientras me mordia cuello y espalda, con sus manos acariciaban mis tetas.
Nos salimos de la piscina y nos secamos un poco antes de pasar de nuevo al salón.
El baño habia relajado su polla, asi que de nuevo me puse a chuparla y acariciarla. Pronto estaba perfecta, y los dos estabamos deseando que me la metiera en mi coño que aún seguia muy excitado. Me la metió despacio, notando como iba entrando. Estaba a cuatro patas y toda su polla entró en mí, azotandome continuamente el culo y dandome fuerte con su polla. Fue muy corto esto. No pudo más y se corrió muy rapido. No me importó. Yo habia tenido cuatro orgasmos, dos normales y los otros dos muy intensos. Así que estaba cubierta por hoy.
Me encanta oir a un hombre mientras se corre. Es una gozada saber que lo hacen pensando en ti.
A la semana siguiente nos volvimos a encontrar, pero esta vez de tarde y aun fue mejor que la primera cita. Nos vimos por la tarde y yo fui sin braguitas, asi que encuanto nos vimos nuestras manos y boca empezaron a explorar por todos lados.
En esta ocasión fuero cinco veces, y todas ellas de la misma manera, con sus dedos metidos dentro de mi y mis orgasmos explosivos y acuosos. Pero esta vez si que me follo mi culito, en repetidas ocasiones me habia metido un dedo o dos en mi culo, asi que estaba prepararado para que me lo follara.
Me hizo poner de rodillas y mi pecho tocando el suelo, asi mi culo quedaba a su merced, asi que me fue penetrando poco a poco. Al principio me dolio un poco, pero pronto mis musculos se empezaron a dilatar y en cada embestida me hacia gozar, y más aun cuando me mando poner mis manos en mi espalda y con una mano de el me las sujeto y con la otra me cogio de las caderas para follarme bien.
Pronto se corrio, estabamos muy muy excitados y sudorosos por todo esto.
Así que despues de esta experiencia estoy con una sonrisa permanente en mi cara. No se lo que durará, pero cuando lo recuerdo mas sonrio y se me pone la cara de deseo. Asi que gracias amigo R., sin tí nunca hubiese sabido lo que es un orgasmo de esas caracteristicas.
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SEXO ORAL
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Publicado en:26 Agosto 2012 1:45 pm
Última actualización en:10 Marzo 2021 10:40 am 11222 vistas
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Voy a intentar aclarar algo sobre el sexo oral visto desde el punto de vista femenino.
Seguro que ya lo sabeis, pero parece que no lo recordais cuando estais en plena faena.
A las mujeres o la gran mayoria de las mujeres nos gusta el sexo oral, pero chicos, enteraos que tambien nos gusta que nos lo hagan. Creo que os olvidais que teneis unos dedos, una lengua y unos labios para poderlo hacer. Para nosotras resulta muy gratificante y en en la gran mayoria de las veces es cuando conseguimos nuestro orgasmos.
La diferencia entre el hombre y la mujer reside en que vuestra respuesta es inmediata y la nuestra lleva unos minutos para que esa excitación se refleje en nuesto interior. Asi que chicos, tened paciencia.
No hay nada mas rico que nos metan un dedo ó dos, pero con uno vale y que no sea mete-saca, mete-saca, nooo... Estais muy equivocados, es mucho mejor que ese dedo este ahí, moviendose despacito, sintiendo como las paredes de la vagina se contraen y notando como se van mojando poco a poco. Y si lo acompañais con pequeños mordiscos con los labios... ummm!!!, seguro que va mucho mejor.
Como tambien que vuestra lengua se pasee despacio, sin prisas por nuestro clitoris. Como veis, las mujeres somos mas complicadas. A ustedes solo os basta que nos la metamos en la boca y os acariciemos bien los testiculos.
Pero en el sexo creo que debe de ser algo reciproco. Yo siempre digo,” que doy en la medida que me dan”, Si me dan poco, tendran poco y si son generosos yo tambien lo seré. Pero por favor molestaros un poco en darnos ese placer.
Este comentario es porque he conocido a hombres que dicen que les encanta el sexo oral, practicarselo a una mujer y al final es mas bien al revés. Creo que nos mentís descaradamente y no somos tontas, sólo que las mujeres intentamos complaceros más de lo que ustedes os preocupais por nosotras.
Y que coste que no sois todos los hombre, no, afortunadamente no, pero si el 75% y a veces las mujeres nos quedamos a medias.
Bueno, como imagino que este comentario no es muy afortunado por mi parte, seguro que recibo criticas. Pero se encajarlas, y sobre todo lo mismo me descubris cosas nuevas en vuestros comentarios.
Besos de C.
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Noche de pasión
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Publicado en:12 Julio 2012 2:13 pm
Última actualización en:3 Septiembre 2015 3:04 pm 10102 vistas
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Llegamos a nuestro punto de encuentro sobre las diez de la noche, cuando hablamos por telefono no sabia que en ese sitio habia un hotel, si lo hubiese sabido no le hubiese citado alli, pero hacia mucho tiempo que no iba por esa ciudad vecina a la mia.
Pase delante de él en mi coche buscando aparcamiento. No sabía exactamente si serias él, pero mi intuición no me fallo y esperaba junto a su coche mirando el teléfono.
Aparque casi enfrente del suyo y salí del coche, preferí mandarle un mensaje a llamarle, y enseguida me llamo y me dijo, si te veo. Cerramos los dos los moviles y no saludamos con dos besos en las mejillas.
Nos miramos a los ojos y en esa mirada y esa medio sonrisa supe que esa noche pasaría muy pronto las horas. Me gustó su sonrisa y sobre todo su mirada, en ella decia mucho, todo lo que yo quisiera interpretar.
Hablamos de tomar algo mientras paseabamos por la ciudad, encontramos varios sitios y nos decidimos por uno que parecia mas intimo. Nos sentamos uno al lado del otro y yo no dejaba de sonreir pero intentaba manternerme tranquila.
El trasmite mucha tranquilidad, te habla con dulzura, despacio, casi en un susurro y sus labios son sensuales y carnosos y cuando sonrie deja asomar una dentadura blanca y bonita, haciendo de su boca su mejor atractivo, aunque no el único, tiene unos ojos que te hablan cuando te mira.
Cenamos y no puedo decir que la cena fuera estupenda, ni siquiera el postre nos gusto, pero al menos charlamos animadamente y nos contamos muchas cosas personales. Es curioso, pero me senti como si lo conociera de mas tiempo.
Salimos del restaurante y nos encaminamos sin decidnos nada al hotel, sabiamos a lo que ibamos y ambos queriamos continuar de una manera mas intima. Entramos en el hotel y pidio una habitación, subimos en el ascensor y aun no nos atrevimos a besarnos, esperamos a entrar en la habitación para poder hacerlo, y aun asi pasaron varios minutos antes de que lo hicieramos.
Primero vimos la habitación, era confortable , estaba decorada con gusto y la cama parecia muy comoda, pero nos mantuvimos de pie un rato mas. Él puso musica desde su movil y continuamente sonaban canciones a cual mas bonita, aunque pasado un rato me olvide de la musica.
Comenzamos besandonos en silencio, sin hablar, su boca que antes me apetecia besar la tenia abierta para mi, para mi lengua y mis besos, y estuvimos un rato explorandonos uno al otro, sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, desde mi pecho a mis piernas y yo hacia lo mismo, desabroche su camisa dejandola tirada en el suelo y oliendo su aroma a hombre, no distingui ningun perfume y me parecio aun mas sensual. Me quite mi camiseta deprisa, no queria separarme de sus labios y sus manos sacaron mis pechos de mi ropa interior saboreandolo con deseo mientras salia de mi, pequeños gemidos de placer.
Mientras mis manos alcanzaron su cinturon y poco a poco fui abriendolo junto con sus pantalones que se deslizaron suavemente dejando a mi disposición un regalo que era visible y evidente para mi.
Me quito mi falda y me sento sobre la cama, hizo que me tumbara sobre ella dejando mis piernas tocando el suelo y se subio encima de mi. Puso sus brazos en la cama y dejo caer su cuerpo. Senti su excitación entre mis piernas, hacia que nos movieramos juntos, el me mantenia las piernas cerradas, me restregaba en mi clitoris que se excitaba aun mas mojandonos mutuamente.
Tanto fue mi excitación que despues de unos minutos de esa manera donde no parabamos de besarnos y mirarnos a los ojos llego mi primer orgasmo.
A partir de ese momento fueron juegos y mas juegos que me hizo llegar a tener varios orgasmos. Su pene se mantenia siempre duro, y la excitación no bajo en tres horas minimo, cuando no fallábamos nos acariciabmos o se la comia con mi boca, utilizando mi lengua continuamente para llevarme esas gotitas que no dejaban de salir de él.
Le pregunte si podia hacer algo, si tenia su permiso, que se sintiera relajado, seria bueno, le gustaria y me dijo que si. Le hice girar sobre la cama y se boca abajo, dejandome su espalda y su culo para mi. Me levante de la cama y fui a mi bolso de donde saque un gel con calor para hacerle un masaje.
Le puse un poco por toda la espalda y poco a poco fue acariciandolo con mis manos, que se deslizaban produciendole un buen estado de relajación. Me subi encima de él y restregue mis pechos sobre su espalda, y luego me puse a su lado, queria explorar otros sitios, asi que de nuevo me puse el gel en mis dedos y empece a acariciar su culo. En un momento dado, mis caricias fueron hacia su pie, comence por el derecho, pero pasado unos momentos me dijo que preferia el izquierdo, así que me dispuse a chuparlo, acariciarlo con mi lengua y labios. Estuve asi un buen rato hasta que me pidió que de nuevo se la comiera.
Creo recordar que me pase mas de media hora comiendole por todos lados, desde su pene hasta sus testiculos, me gustaba hacerlo, disfrutaba haciendolo, sentia sus gemidos de placer y su mirada de deseo y eso me hacia que no paraba, que mis chupadas y mi lengua trabajara sin descanso. De vez en cuando le ponia un poco de gel para que fuera aun mas agradable y despues de un buen rato llego su orgasmo. Fue tremendo, sus gemidos se volvieron en un grito continuo a media voz y su semen empezo a derramase por todos lados.
Nos quedamos largo tiempo tumbados en la cama, no teniamos prisa y comenzamos a charlar de cosas que solo se cuentan cuando estas relajado y has compartido momentos de intimidad.
Pasado un rato de nuevo teniamos ganas de mas, así que comenzamos de nuevo los juegos, los besos y las caricias hasta que los dos estabamos excitados y volvio a penetrarme. Después fui yo la que lo cabalgó, sintiendo cada centimetro de él dentro de mí y seguimos por un largo rato hasta que nos quedamos dormidos abrazados su pecho contra mi espalda y su mano acariciando mis pechos.
Dormimos poco tiempo, sobre una media hora, suficiente para descansar.... había amanecido y tocaba volver a la realidad de los dias donde nadie podia imaginar lo que habia pasado esa noche.
Nos duchamos y nos vestimos, todo ello entre risas y comentarios. Ninguno dijo nada de volvednos a ver, pero creo que ambos sabiamos que no seria ni la primera ni la ultima vez que nos acariciariamos.
Bajamos por el ascensor y aun me apetecia seguir besandolo. Ya en el parking nos despedidos besandonos en la claridad del dia, pero en el silencio de una ciudad que se desperezaba de la noche.
Con estas han sido dos noches de autentico placer, placer sin limites, sin prisas, teniendo toda la noche para mi sesualidad.
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2º Parte de Mi primera vez.
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Publicado en:6 Febrero 2012 11:54 pm
Última actualización en:11 Junio 2021 8:52 am 8719 vistas
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Después de esa tarde de sexo nos marchamos a la ducha los tres. Mi marido y A. seguian acariciandome y llenandome de besos, pero el marido tenía prisas por salir y vestirse. Yo estaba tan a gusto con A. en la ducha, que me resistia a abandonarla y alli entre besos y arrumacos nos duchamos..
El tacto del gel en el cuerpo es algo muy sensual y los cuerpos reaccionaban a todas las caricias, pero no teníamos mucho más tiempo, habia que terminar. Asi que nos salimos de la ducha y él empezó a secarme con delicadeza, apartando el pelo de mis hombros y besandolos, luego me peino y cuando estaba lista me marche a vestirme mientras él hacia lo mismo en el baño.
Cuando estuvimos todos vestidos nos marchamos en el coche de A., yo me senté delante y el marido detrás. Mientras A. me acariciaba la rodilla y me miraba con deseo, yo correspondia abriendo mis piernas con disimulo mientras el marido no se enteraba de nada.
Llegamos a nuestro destino y A. se marchó. Quedamos en que pasaria a recogernos unas horas más tarde, y nos llevaría de vuelta al hotel.
El tiempo que estuvimos nosotros dos juntos, charlamos y comentamos la tarde de sexo que habiamos pasado y lo a gusto que habiamos estado con él, siendo en todo momento una persona muy educada y agradable.
Como quedarmos A. nos recogio y volvimos al hotel, en el camino se volvio a repetir lo de la ida, miradas, roces y caricias. Aparcó en el garaje y subimos los tres por el ascensor. Nuestras miradas complices hablaba por nosotros.
Llegamos la habitación, y nos despedimos comentando lo bien que lo habiamos pasado y deseandonos buenas noches.
Al entrar en la habitacion con cara picara miré a mi marido, y con los ojos le preguntaba si podria ir a la habitación de A. El lo notó y me preguntó si me apetecia volver con él. Mi respuesta era evidente, sobre todo cuando lo bese dandole las gracias por ello.
Asi que de nuevo me vesti, me puse unas medias negras de liga, unos taconazos, un conjunto transparente en negro y encima un pareo color negro que dejaba mis hombros al descubierto. Me volví a maquillar para él, con un carmin en rojo para resaltar mis labios. Queria estar guapa para él. Por último me perfumé el cuello con unas gotas de Jador, que me resulta muy sensual. El momento era especial y lo merecía.
Salí de mi habitación para coger el ascensor, mientras mi marido me decia que estaba muy guapa y que deseaba que lo pasara bien, que no importara lo que hiciera, todo estaba permitido. Se lo agradecí con un beso y me metí en el ascensor. Ahí me senti como una amante que va a su encuentro, estaba excitada, nerviosa y mi cabeza pensaba si le gustaría a A. Quizás esperaba pasar una noche tranquila y poder dormir, y yo iba a su cama para darnos una noche entera de placer.
Golpeé la puerta suavemente, por si estaba dormido, pero al instante me abrió sorprendido por mi presencia y por lo que veía. En cierta manera me esperaba, pero no sola. Me preguntó por mi marido y le hice callar poniendo mi dedo indice en sus labios a modo de silencio.
Cruzamos hacia el balcón y alli comenzó a acariciarme y besarme. Me besaba continuamente la espalda y el cuello. Mi cuerpo respondia con cada caricia y gemia de placer, todo esto mientras yo estaba apoyada en la barandilla mirando hacia fuera y él detrás de mi.
Acarició mi culo sorprendiendose al pensar que no llevaba bragas, pero le dije que se estaba equivocado, que llevaba un tanga, entonces v metió su mano entre mis piernas para comprobarlo y sus dedos apartandolo hacia un lado, para despues bajarlos a mis muslos, aunque no del todo, no hacia falta más, aún...
Poco a poco sus manos comenzaron a desnudarme y el verme en ropa interior y con las medias aun lo excitó mas.
Me cogió de la mano y me hizo entrar en la habitación, me tumbó sobre la la cama con mucho cuidado y me volvió a hacer el amor. Hicimos toda clases de posturas, todas ellas alternandolas con momentos de descanso donde él se colocaba detras de mi, con su miembro acariciandome mi culito y sus manos mis pezones que continuaban esperando sus caricias. Sus besos en mi espalda me producia un éxtasis de deseo continuo.
Pasamos toda la noche asi, haciendo el amor y descansando alternativamente, pero siempre sus manos reposaban en mis pezones y sus labios en mi espalda.
Me despertó por la mañana con nuevas caricias y me lamia y besaba mi entrepierna produciendome mucho placer. Yo medio dormida gemia sin parar. Cuando notó mi humedad me volvio a penetrar, esta vez a cuatro patas, donde dejaba mi culito a su alcance. Luego con mis piernas sobre sus hombros, de lado, para luego ponerme tumbada en la cama y él detrás de mí y me preguntó si podìa penetrarme mi culito. Con un gesto le dije que si y así poco a poco fue entrando en él. Su orgasmo llegó pronto y al final su semen fue a mi espalda y a mis cachetes, produciendo en mi una gran satisfacción al notar de nuevo su semen. Ese es un buen despertar, el mejor que se podia tener despues de toda una noche de placer y de orgasmos.
Despues de esto nos quedamos tumbados un buen rato riendo y charlando hasta que nos fuimos a la ducha juntos. Él me lavó el pelo, y lo hizo de una manera tan sensual que mis manos empezaron de nuevo a acariciarlo por todos lados, mientras él, a su vez, acariciaba mi pelo lleno de champú, y enjabonaba mi cuerpo. Luego me quito la espuma y empezó a secarme con mucho cuidado y con cada roce de la toalla me iba besando.
Me vestí y cuando me disponia a salir de la habitacion llamaron a la puerta. Me asusté y me escondí, pero era mi marido que venia a buscarme. Nos abrazamos y besamos, marchandonos juntos a nuestra habitación, dejando a A. vestirse tranquilo.
Todo perfecto, habia sido una noche para no olvidar, sin malos rollos y con una sonrisa de oreja a oreja en los dos, sintiendonos complices de todo .
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MI PRIMERA VEZ
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Publicado en:9 Enero 2012 1:49 pm
Última actualización en:18 Julio 2021 3:24 pm 9044 vistas
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Bueno, ante todo deciros que no soy ninguna escritora y mucho menos lo pretendo ser, pero me apetecía contar mi primera experiencia fuera del matrimonio, aunque fuese con el marido incluido.
Jamás antes habia estado con otro hombre que no fuese mi marido y siempre he tenido dudas sobre muchas cosas. Una de ellas es si podría sentir deseo por mi algún hombre distinto, y otra, si realmente podria hacer el acto sexual con alguien que no fuese él. Y sorprendentemente resulta que las dos fueron afirmativas.
En la primera cuestión no me voy a extender porque considero que aún tengo que experimentar algo mas, pero en la segunda me lleve una sorpresa enorme, me sorprendió lo que me habia resultado, quizás por que estuve con el hombre apropiado.
Me ví en una habitación de hotel con alguien desnudo a mi lado y me sentí satisfecha, segura, deseada y sobre todo contenta conmigo misma por como resulto el tema.
A él lo conocí por estas paginas de adults, lo llamaremos A. Se trataba de un chico para mí aunque mi marido participaría mirandonos. La verdad, no se que me llamó la atención de él, quizás su seguridad en temas sexuales. Hablámos varias veces, y me gustó como escribía, con los acentos y las comas incluidos, y sobre todo como se expresaba.
Tenía varias proposiciones para quedar, aunque no me decidía por ninguna de ellas. Sin embargo A. tuvo un detalle que me gustó, me mandó un mensaje el día de mi santo, eso tan insignificante hizo que me decidiera a querer conocerlo.
Quedamos los tres en un sitio para cenar, y cuando llegó fue muy correcto y muy educado. Charlamos, cenamos y todo perfecto, pero yo pensaba que no le gustaba, por lo tanto no hice ningun intento de acercarme.
Luego fuimos a tomar una copa y despues nos despedimos sin siquiera rozarnos, eso me frustró bastante, tener alguien tan cerca que me gustara y no poder siguiera rozarlo, pero como pensaba que le habia decepcionado pues nada, nos volvimos a casa charlando y comentando la cita.
Al cabo de unos dias volvimos a hablar A. y yo por el msn, y fue cuando nos sinceramos y nos dimos cuenta que nos gustabamos, solo que ninguno de los dos se atrevió pensando que no le gustaba al otro. Así que volvimos a quedar en vernos en un hotel donde nos alojamos los tres en dos habitaciones.
Nos saludamos y salimos a comer fuera, charlamos de cosas sin importancia. Yo estaba un poco nerviosa por que veía que no se decidía a tocarme, ni besarme ni nada, pero fuè de vuelta al hotel cuando sin esperarlo me agarró del brazo, me paró a su lado y me besó en la boca. Sus besos fueron al principios tímidos e inseguros, pero poco a poco se fueron haciendo más y más apasionados, tanto que el marido se adelantó un poco mirandonos desde la distancia. Nosotros no atendiamos a nada ni nadie, tan solo nos besabamos y nuestras manos empezaron a tocar por encima de la ropa para luego él, disimuladamente, meter su mano por debajo de mi camisa y tocar mis pezones que estaban duros por la excitación
Nos dimos cuenta de que estabamos dando la nota delante del hotel y decidimos subir a mi habitacion donde ya se encontraba mi marido bastante excitado al ver la escena anterior.
A. empezó besandome la boca, el cuello,... mientras yo le correspondía con deseo. Nuestras manos no paraban de tocarnos por todos lados, mientras él desabrochaba mi camisa y todo ello sin dejar de besarme con sus labios, unos labios sabrosos y mojados.
No se como, pero en un momento me di cuenta que estabamos en la cama los dos y casi sín ropa, yo de vez en cuando miraba a mi marido, intentando buscar en su mirada algun indicio de que no le gustase, pero afortunadamente lo que encontre en ellos fue deseo y mucho morbo por vernos.
A partir de ahí todo fue besar, tocar, chupar, comer, gemir y disfrutar uno del otro, pero en medio de esta situación se unió mi marido y entonces puede hacer realidad mi mayor fantasia, que era estar con dos hombres a la vez, disfrutar de ellos y por supuesto tener dos penes en mi boca, y lo mejor aún, mientras uno me penetraba el otro me hacia lo mismo en la boca. Esa sensaciòn es tremenda, no sabes que hacer, si dar placer al que te la mete en la boca o disfrutar tu con el que te la mete en la vagina. Ufff, dificil elección.
Pero no solo fué sexo, sino su forma de tratarme, como se dirigia a mi, sus continuos besos, abrazos y caricias, sobre todo en mi espalda que me hicieron sentir mujer.
Creo recordar que fueron varias horas las que estuvimos los tres jugando y retozando, no nos cansabamos nunca y yo disfrutaba la que más; cuando no era uno , era el otro, así hasta que decidimos terminar los juegos con los orgasmos de los tres, primero fue mi marido, que en una de mis cabalgadas no pudo aguntar mas y despues fué le tocó el turno a A. que me follaba con ganas y deseo.
Debo decir que en estas casi cuatro horas de sexo, yo tuve mis pequeños orgasmos, y uno de ellos fue intenso, pero disfrute como nunca de la situación y del deseo de tener dos hombres a mi lado.
C.
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